Si algún golpe de suerte a contrapelo,
a contra sol, a contra luz, a contra vida,
te torna pájaro que quiebra el vuelo
y te revuelca con el ala herida.
Si hay tanto viento para andar las ramas,
tanto celeste para echarse encima
y pese a todo vuelve la mañana
y está el amor que su milagro arrima.
¿Por qué caerse y entregar las alas?
¿Por qué rendirse y manotear las ruinas?
Si es el dolor, al fin, quien nos iguala
y la esperanza quien nos ilumina.
Si allí un golpe de suerte a contrapelo,
a contra sol, a contra luz, a contra vida,
abrí los ojos y tragate el cielo,
sentite fuerte y empuja hacia arriba.
Cesar Isella
3 comentarios:
Poesía con fuerza y pasión. Cautivadora.
Abrazos.
Maravilloso poema...el amor siempre presente ,buscándonos,atrapándonos y nos hace sucumbir una y mil veces ,pero nuevamente nos empecinamos en seguirlo y no importa lo que venga...
Vivimos
Oscar: esta poesía maravillosa, tengo entendido que es de Héctor Negro, y que César Isella le puso música. Un gran abrazo
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