Nanas para poblar tus insomnios
Nana de la mariposa
Nana del caracol y la estrella
Amor, eres como una mariposa de colores pálidos sólo visibles en la oscuridad. Pliega las alas de tus pensamientos y despréndete del leve peso de tu cuerpo. Duerme así, como duermen las luces y los pájaros en vuelo, con los ojos abiertos en mi noche.
Nana del caballo azul
Por la noche el caracol deja su espiral de sueños sobre una hoja verde y por la mañana, al recogerlos, el rocío los disuelve.
¿Y la estrella? La estrella eres tú, vida mía.
Nana de la gaviota
Primordialmente el sueño del caballo no es más que un galope congelado, la Via Láctea que deja en el aire su crin blanca.
Pero este caballo azul enamorado, una noche sin viento ni recuerdos, soñó que se volvía de cristal al tocar tu piel en plena madrugada.
Y hoy se guarece transparente a tu costado.
Nana del perro chino
Se acercó la gaviota al mar como a un espejo y vio que en él cabía el cielo entero y se vio a sí misma volando entre las nubes, pero notó que algo le faltaba, saber de ti, que tú existías.
Nana de las horas y las campanas (Navidad)
Más que perro osito. No anda sino vuela, no tiene pelo sino nube, no abre sus ojos sino estrellas, en vez de rabo horóscopo y el pecho una bóveda celeste donde duermen las niñas obsequiosas, bonitas y buenas, como tú.
Nana de la niña maga (Seis de enero)
En el mar de tu cuerpo se encendió la noche oscura y por tus venas caleteaban los barquitos de mis sueños.
Los relojes de arena de los puertos bajaron a dormir sobre la playa.
Duerme en la Nochebuena, mi amor, que en lugar de horas hay estrellas y en vez de turrones, campanas.
Nana con zeta de tristeza
Fuiste niña, luego mujer y ahora maga, tres veces la misma ilusión.
La ilusión es el agua de lluvia antes de tocar la tierra, es el olor oscuro del alba tras la ventana, es tu sonrisa a punto de saltar del iris caramelo de tus ojos.
Duerme como niña mujer maga, duerme como maga mujer niña, duerme como mujer niña maga, bajo la ilusión de esta noche de Reyes, desde donde yo te miro.
Una lágrima tuya bastaría para empapar el mar, para apagar las hogueras de los días, para destilar el ópalo nocturno de tu cuerpo.
La tristeza es una gasa azul llena de cuarzo, un vidrio roto entre los vientos, una estrella mojada por una luz lejana.
Dormirás a la sombra de tus candelitas más hondas, al rescoldo de tu piel aterida, con el pelo suelto en el universo y tu pena sobre la almohada.
3 comentarios:
Por Dios BASKO,
si a mi me cantan una nana así, el sueño se me va de pura emoción... ahora que si canto una nana así... mas vale que me despierten la boca con besos!!!
hermosas!!
Esas Nanas maravillosas renuevan la esperanza si una voz amiga las recita, o si alguien las escribe en su blog para los espíritus amigos.
Abrazos.
de donde sacaste esos poemas de tamaral?
gracia
r.
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