30.3.06

Derribando la 5ª pared...

Y la muerte no tendrá señorío
Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no morirán aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.
Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadáveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío.
Dylan Marlais Thomas
Dylan Marlais Thomas Poeta, escritor de cuentos y dramaturgo galés nació en Swansea (fals), hijo de un maestro de gramática inglesa, Dylan (nombre que etimológicamente se traduce como hijo del oleaje) Marlais Thomas rechazó tempranamente los estudios formales en aras de una educación autodidacta, con la suerte de no tener que trabajar hasta bien entrada la madurez: "No fui a la Universidad. No soy, sin embargo, un desempleado por la mera razón de que nunca fui empleado...". Su primer libro se llamó"18 poemas".Se instaló en Londres (y dijo "Londres era el infierno")ciudad donde comenzó el abrigo de nuevas amistades literarias importantes, acentuó las borracheras y publicó en las revistas de vanguardia de la época. En 1936 apareció su poemario "25 poemas" . Falleció en Nueva York el 9 de noviembre de 1953 a las 12:40hs en el Hospital St. Vincent de Nueva York, cuatro días antes había entrado en coma etílico.

3 comentarios:

el mono azul dijo...

Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído,
ni las olas estallen ruidosas en las costas...

Todo lo que huele a mar me transporta a un renacimiento, y otro, y otro...aunque la muerte no tenga señorío.

Lila Magritte dijo...

Y la muerte no tendrá señorío.
Así sea.

Lila Magritte dijo...

Se me olvidó mencionar que la letra chica en amarillo no deja leer bien.
¿O estaré quedando ciega?