cuentos, poesías y otras yerbas
"Yo no soy un libertador, los libertadores no existen. La gente se libera a sí misma". Ernesto "Che" Guevara (1928-1967)
7.9.20
EL DIABLO Y YO NOS ENTENDEMOS
26.6.14
Canción otoñal, (Federico Garcia Lorca)
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.
Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.
La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.
¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?
¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?
¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?
¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?
¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
18.11.10
Sociedad de derechos…
Sociedad de derechos…
La funcion de la sociedad no es otra
que alejarte de todo lo que exalta lo sublime
y adora ignorar esa rabia cultural
que es un gran arma
de transformacion masiva.
Es que en sociedad lo unico que se logra
es que se te contaminen las venas,
las ideas y los desahogos.
Todo lo urbano te perfora cada gramo
de conciencia y voluntad de torcer.
La unica capacidad, unica responsabilidad
y la unica obligacion que tiene la sociedades
mantener este reino de lo impotente
este cruel regimen de lo anti-natural.
Todos van guiados por rayos monetarios.
Las mentes son un eco eterno de clink-cajas
Y asi se aleja ofendida la vida originaria.
Esa que no depende de adorar la obediencia
Y que detesta a ese eterno opresor disfrazado de moral.
Camilo Blajaquis
1.11.10
Contame una historia
12.10.10
CON PERMISO
CON PERMISO
Está prohibido escribir sobre cierta violencia
así que voy a hablar de la violencia permitida
el violento autorizado asiste comprensivo y curioso a tus
cartas de amor acaricia contigo los muslos de tu
novia escucha tus murmullos tus desfallecimientos
duro e infeliz se introduce doméstico en tu casa
pobre gendarme de repente promovido al horro manoseador
de secretos y mayólicas
a veces ladroncito sin vocación ni melancolía
recién llegado al crimen rico del miedo
el violento autorizado ve con preocupación el camello que
pasa por el ojo de la aguja
y ordena un silencio sin fisuras para poder vociferarte en el
oído su higiénico entusiasmo por la libertad
deja el corazón en el hogar junto a los menos o en el
apartamento de su hembrita tercera a fin de no
comprometerlo cuando ultima a los heridos de ojos
abiertos
el violento authorizado poro a poro te odia pero sobre todo se
aborrece a sí mismo y como todavía no puede
reconocerlo sabe que en el espejo ha de encontrar
puntual su arcada indivisible su minifundio de
vergüenza
tortura así con la boca seca malbaratando de ese modo sus
insomnios y sabiendo muy en el fondo que todo es
una gran postergación inútil porque la historia no es
impaciente pero mantiene sus ficheros al día
el violento autorizado tiene una descomunal tijera para cortar
las orejas de la verdad pero después no sabe qué
hacer con ellas
no entiende de símbolos y lo bien que hace porque todo las
calles las ventanas los ojos las paredes el cielo los
puños los dientes son mercados de símbolos son
ferias donde el futuro se ofrece como pichicha
inesperada
el violento autorizado se mete en sus metales en sus fortalezas
semovientes en su noche expugnable pero como deja
un huequito para respirar por ahí se cuela no la bala
perdida sino el guijarro
tiene miedo y lo bien que hace
el violento autorizado posee una formidable computadora
electrónica capaz de informarle qué violencia es
buena y qué violencia es mala y por eso prohibe
nombrar la violencia execrable
la computadora por ejemplo advirtió que este poema trataba
de la violencia buena.
Mario Benedetti.
QUEMAR LA NAVE
QUEMAR LA NAVE
El día la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves
pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración
y no sólo eso
también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos de el pardo
y otros materiales inflamables
el día o la noche en que por fin lleguemos
habrá sin duda que quemar las naves
así nadie trendrá riesgo ni tentación de volver
es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra
ya que será abolida para siempre
la libertad de preferir lo injusto
y en ese solo aspecto
seremos más sectarios que dios padre
no obstante como nadie podrá negar
que aquel mundo arduamente derrotado
tuvo alguna vez rasgos dignos de mención
por no decir notables
habrá de todos modos un museo de nostalgias
donde se mostrará a las nuevas generaciones
cómo eran
parís
el whisky
claudia cardinale.
MARIO BENEDETTI
5.10.10
Cuerpo de mujer
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi
honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
PABLO NERUDA