24.2.06

Si una vez




Si una vez, pensaras en la sinrazón de los resortes
que mueven esos gestos donde se afirma tu importancia.

Si una vez, te miraras en el espejo desnudo de la naturaleza
y pudieras salir de las formas que te envuelven
para medir las líneas de tu caricatura elegante.

Si una vez, pudieras hacer el balance de tus ideas
para comparar su saldo con la sabiduría de las estrellas.
de los pájaros, de las hierbas.

Si una vez, el monstruo estúpido de tu razón
pudiera asomarse al misterio de la eternidad.

Si una vez, pudieras ver la suciedad insaciable de tus manos
y fueras capaz de sentir náuseas ante el espejismo del oro.

Si una vez, solamente, compararas la tormenta artificial de tu carne
con la limpia fecundidad de las bestias.

Si una vez, te pudieras transformar en el juez y en el verdugo de tus culpas.

Si una vez, las lágrimas de tus ojos te alcanzaran para llorar tus errores
y tus palabras fueran suficientes para pedir perdón.

Si una vez, en la soledad de tu propia conciencia pudieras sentirte
el más humilde y el más malo y el más incapaz y el más inútil.

Si una vez, sintieras la sed de todo lo que te falta
y la repugnancia de todo lo que te sobra.

Si una vez, frente al misterio de Dios, pudieras descifrar su mensaje.

Si una vez, pudieras cerrar los ojos, sin encender en el alma
la envidia, el deseo, la ambición, el egoísmo.

Si una vez, te dijeran que no supiste querer a tu madre,
a tu padre, a tu hijo, a tu hermano, a tu amigo.

Si una vez, fueras capaz de dar la razón a los que llamas tus enemigos.

Si una vez, pudieras entrar en la luz de la santidad sin una palabra en los labios.

Si una vez, tus ojos creyeran sin ver y tus oídos tuvieran fineza
para escuchar la voz del corazón desnudo.

Si una vez, no sintieras horror ante la muerte por amor al placer de la vida;
o si sintieras amor a la vida sin necesidad del horror a la muerte.

Si una vez, te pudieras olvidar de tus triunfos, y de tus derrotas...
habrías justificado tu existencia.

Homero Manzi

Fuente consultada : www.Ratacruel.galeon.com

23.2.06

¿QUIEN MUERE?

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca.
No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.
Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.
Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce o
no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.

PABLO NERUDA


 

19.2.06

ACORAZADO DE BOLSILLO (revista)

1
Qué afán limpio llevabas
que no pueden mis manos
recrearte.

2
Como todo es igual, nada turba
entre tu ausencia
el reflejo de las ramas
del manzano,
sólo tus brazos, tu pura
calma.
¡Cómo tu rostro se oscurece
en el agua conmovida!
La antigua cuerda replegada,
la pobre hierba iluminando
el recuerdo excavado de los pozos.
Como es lo mismo todo:
tu muerte bajo bosques
perdida o recreada.
De qué alta raíz,
qué ríos,
brotó el olvido llamado
de tus cantos.

3
Si regresaras
qué habría de decirte.
 
Luis Hernández nació en Lima, Perú, el 18 de diciembre de 1941, y murió en Santos Lugares, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 3 de octubre de 1977, al ser arrollado por un tren. En vida publicó tres libros: Orilla (1961), Charlie Melnik (1962), y Las constelaciones (1965).

16.2.06

PEQUEÑO MANUAL DEL REPRIMIDO


El loco de la vía, nació en plena era del confort a crédito. El auto, el piso, la heladera, las pantuflas, las desinformaciones del periódico, el Mercachifle de un televisor, que invariablemente a diario en cada casa abre su valijita de sorpresa, como aquellos charlatanes callejeros de sonrisa canallesca y la serpiente al cuello. Dentífricos que curan el pie plano, que hacen crecer enanos. Desodorantes que incitan al amor, que salvan la pareja. Detergentes que quitan cualquier mancha, aún las de conciencia. Jabones para el cutis de la estrella oportunista, usted puede ser como ella, pásese por el cutis el talento. La juventud que ve la vida color rosa, gracias a una chispa de gaseosa. Cigarrillos, rubios, verdes, amarillos, de todos los colores, menos rojos o negros, que hacen mal a los pulmones del vaquero de sonrisa de costado o que allá en las rocallosas, entre cactus, coyotes, y musiquita de violín desafinado, nos convence que morir, por morir intoxicados, lo hagamos con tabaco americano.
Fútbol, fútbol y más fútbol. Declaraciones del hipócrita de turno y más fútbol otra vez.
El figurín de moda que con voz espasmódica y gestos relamidos, nos muestra las islas del Pacífico, como marco a sus canciones virginales. Curas que nos dicen que hay que tener paciencia que hay que poner la otra mejilla, hasta que nos vuelvan idiotas a sopapos, habrá que seguir esperando de rodillas.
Ya es el fin. El fenicio cierra su maleta y como despedida nos muestra la careta sonriente del que manda, entre los pliegues de la bandera y los triunfales acordes del himno de la patria.

Cantado

Y fue un domingo de madrinas gordas
y curas sonrientes,
de monaguillos, ángeles burócratas,
que prendidos a la manga del padrino
por una limosna,
le lavaron el pecado original,
así entró en el paraíso terrenal.

Recitado

¡Ya es un santo! ¡ Y ya es un santo!. Dijo una señora de mantilla, misal y rosario, rígida como un cirio, para la que en su enferma beatitud, la vida era un pecado, el amor, otro pecado, la carne ¡uy! que pecado, y más pecado aún si la carne, la vida y el amor, eran de los demás. Se santiguaron y se fueron a seguir pecando con religiosidad.

Cantado

Su papá era un señor disciplinado,
dueño de la verdad,
como un Dios de sabio y de lejano.
Su mamá, acostumbrada a obedecer
por miedo a envejecer,
sin tener el pan y el techo asegurado
o sea, un matrimonio bien formado.

Su papa se hubiera ido con aquella bailarina del bajo, mezcla de perfume de oriente con albahaca de barrio, casquivana, envuelta en el misterio de sus ojos rasgados, pero y el que dirán y la novia, y la madre de la novia, que tenía todo arreglado. ¡Ah! La novia, ella que la educaron para soñar siempre con la iglesia y el vestido blanco, la gente de etiqueta, les veía la cara a todos, menos al novio, pero que importaba, el asunto era casarse, mire, casi era como si hubiera nacido solamente para eso, claro que de preferir, prefería aquel actor de moda que nunca le había hablado, o aquel vecino tonto y antipático ¡eh! A veces no se puede hacer lo que uno quiere, mas vale pájaro en mano que cien volando, primero la obligación, después la devoción, hay que forjarse el futuro, total el amor con los años y los hijos viene.


Cantado

Le inculcaron la obediencia
y el deber, lo bueno y lo malo,
el misterio de la vida y el nacer
la moral inmoral de lo prohibido,
un cielo prometido,
el pecado mortal con la mujer,
la patria y otros cuentos a saber.

Recitado

Toma la sopa, tomas la sopa, que sino va a venir el coco y entre los dos terrores elegía la sopa, y de noche lloraba de dolor de estómago y de miedo. Hay que ser bueno, muy bueno, por que sino los reyes magos no te traen nada este año. El misterio era saber que era ser bueno, más que los reyes magos, ser bueno es hacer siempre lo que ellos quieren, lo supo con los años. Y cuando Eva le dio la manzana a Adán, (no iba a esperar a que se le pudriera) la cigüeña que es un ave de guardapolvo blanco, guantes de goma y estetoscopio colgando, trajo a Caín y a Abel desde París. , Y ¿QUIÉN APARECIÓ ENTONCES eh? La maestra, castradora, semidiosa, con su edípica ventaja de segunda madre, sacó de su galera de convencionalismos, próceres serios de patillas largas, militares enojados con el adversario. Los militares siempre tienen adversarios, frailes beatíficos, metidos en política, héroes decididos a salvar a la patria, la patria que es un sitio que defiende muchos para que unos pocos vivan a sus anchas, patria, patricio, patrón, patriarca, patraña, sacó himnos triunfalistas, banderas, ¿banderas?, banderines, banderolas, vandalismo, bandidos, historias en las que siempre triunfa el bueno, entre comillas, así nació la carne de cañón, el no te metas, la reserva del futuro.


Cantado

La competencia, las luchas a destajo
sin oír ni ver, al trepar el dolor de los de abajo.
A forjarse cada uno su futuro
y aunque resulte duro,
a respetar sin chistar la ley del juego
la famosa ley del gallinero.

Recitado

¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Y así fue como un niño normal, educadito sumiso y sin color, que iba a misa todos los domingos y a pesar de su rubor con las mujeres, pensaba en los placeres y oscilaba entre el diablo y la inocencia, su pobre y reprimida adolescencia.

RAFAEL AMOR®

Vestigios de un saber


Vestigios de un saber
 
Proponerte vernos
es como decir:
-asomémonos al balcón
aunque no podremos disfrutar del paisaje,
o asómate a mi,
porque no puedo mostrarme
 
Es temporal,
sin la seguridad   de ganar
el paso por la vida.
Se asemeja a un respiro de Dios.
 
O como dice el profeta:
pide permiso para entrar
y cuando lo hagas
busca la puerta,
no entres empujando paredes.
 
Nada tiene valor
sino la paz del corazón.
 
¿Sembrarías una flor en un lugar
donde sabes que no hay agua ni tierra
para sobrevivir?
 
El destino es uno solo
lo encontramos cada día.
Ahora, solo abre los brazos,
Acéptalo, abrazale
como quien extraviado entre los bosques
no sabe seguir el rumbo de las estrellas
y se guía por los árboles
aunque le dirijan a vivir perdido.
 
Sé que se puede construir el amor de la nada,
menos del desamor.
 
JOSÉ MANUEL HIDALGO
 

Éste texto es recopilación de la escritora, poetisa, autora THELMA SANDLER, luego de intensas y profundas conversaciones con su autor JOSE MANUEL HIDALGO.

13.2.06

Intima (ALMAFUERTE)



Ayer te vi... No estabas bajo el techo
de tu tranquilo hogar
ni doblando la frente arrodillada
delante del altar,
ni reclinando la gentil cabeza
sobre el augusto pecho maternal.
Te vi...si ayer no te siguió mi sombra
en el aire, en el sol,
es que la maldición de los amantes
no la recibe Dios,
o acaso el que me roba tus caricias
tiene en el cielo más poder que yo!
Otros te digan palma del desierto,
otros te llamen flor de la montaña,
otros quemen incienso a tu hermosura,
yo te diré mi amada.
Ellos buscan un pago a sus vigilias,
ellos compran tu amor con sus palabras;
ellos son elocuentes porque esperan,
¡y yo no espero nada!
Yo sé que la mujer es vanidosa,
yo sé que la lisonja la desarma,
y sé que un hombre esclavo de rodillas
más que todos alcanza...
Otros te digan palma del desierto,
otros compren tu amor con sus palabras,
yo seré más audaz pero más noble:
¡yo te diré mi amada!



Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte )
Nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 13 de mayo de 1854 y falleció a los los 62 años, el 28 de febrero de 1917.
Almafuerte es el pseudónimo que mayor popularidad alcanzó, aunque no fue el único que utilizó a lo largo de su vida (sobre todo, en la actividad periodística).
Fue criado por parientes, ya que sufrió la muerte de su madre cuando él era aún pequeño y el abandono de su padre. La primera meta que se impuso fue la de destacarse en la pintura, pero no tuvo el éxito que esperaba: la beca oficial que solicitó para viajar a Europa le fue negada. Por lo tanto, siguiendo su vocación y sin título oficial, se decicó a la docencia: tenía sólo 16 años cuando comenzó a dirigir una pequeña escuela en Chacabuco (donde, en 1884, tuvo la posibilidad de conocer a Domingo Faustino Sarmiento).
Tiempo después, Almafuerte dejó esta ciudad para mudarse a La Plata: allí lo esperaba el diario "Buenos Aires" y, más tarde, la dirección del diario "El Pueblo". Su actividad periodística no fue demasiado extensa: sin embargo, desde ese lugar dio una intensa batalla y alentó a los jóvenes de la época, que más tarde participarían del movimiento revolucionario de los ´90.
Durante dos años -desde 1894 hasta 1896- retomó sus actividades en la escuela de la localidad de Trenque Lauquen pero, por temas políticos, fue dejado cesante.
Almafuerte tuvo cinco hijos adoptivos, lo que marca un gran contraste entre la enorme generosidad que tenía para los demás y la pobreza en la que se vio sumerjido casi toda su vida.
Publicó sólo dos libros en toda su vida; más que suficiente para que su obra sea juzgada por personalidades de la talla de Jorge Luis Borges o Rubén Darío, entre otros.

11.2.06

Canto al sueño americano


 


Despierta,  juventud americana:
realiza la unidad continental;
rompiendo las fronteras provincianas,
herencia del sistema colonial.

Adelante, amanece sobre el mundo
y en la conciencia de la humanidad:
huésped de este planeta vagabundo,
que Dios tan sólo sabe adónde va.

Canta y que el aire americano
vibre en el yunque de un solo corazón.
El día en que los pueblos sean libres,
la política será una canción.

Antes que el sol deslumbre tu ventana
el lucero te ofrecerá una flor,
sobre la frente azul de la mañana
lumbrera religiosa del amor.

En marcha, juventud como la espiga,
agrario símbolo de solidaridad;
no olvides que la sangre nos religa
a los que mueren por la libertad.

Canta y que el aire americano
vibre en el yunque de un solo corazón.
El día en que los pueblos sean libres,
la política será una canción.
 
 
(Letra: Jaime Dávalos - Música: Eduardo Falú)


10.2.06

SURAMERICA



Nadie la para ya, no pueden detenerla,
ni la calumnia, ni el boicot, ni nada.
Ni el odio temeroso, porque sabe
que la tierra jamás fue derrotada.

La aventura de América Morena,
a los aventureros se los traga;
les sube por la sombra despacito,
y el ojo codicioso les socava.

Vendrán los desahuciados de la tierra,
buscando sus riquezas legendarias,
hasta que un día, en una sola greda
se confundan las lenguas y las razas.

América, animal de leche verde,
por la gran cordillera vertebrada,
hunde el hocico austral bajo del polo,
y reposa en su fuerza proletaria.

Camina hacia la luz, lenta y segura,
con el polen del sol en las entrañas,
y su destino torrencial, fijado
está en el tiempo por la vía láctea.

El Hambre, La Injusticia, La violencia,
la Voluntad del Pueblo, traicionada,
no harán sino aumentar su rebeldía,
no harán sino apurar en sus entrañas,
el hijo de la luz que viene a unirnos
en una sola espiga esperanzada;
porque América, "tierra del futuro",
igual que la mujer, vence de echada.

Jaime Dávalos



9.2.06

LLÉNATE DE MÍ


Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme.  Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora,
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.
.
Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.
.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.
Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.
.
Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro.
Mi corazón no debe callar hoy o mañana.
Debe participar de lo que toca,
debe ser de metales, de raíces, de alas.
No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve,
no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.
.
No, no puede ser, no puede ser, no puede ser.
Entonces gritaría, lloraría, gemiría.
.
No puede ser, no puede ser.
Quién iba a romper esta vibración de mis alas?
Quién iba a exterminarme?  Qué designio, qué‚ palabra?
No puede ser, no puede ser, no puede ser.
Libértame de mí.  Quiero salir de mi alma.
.
Porque tú eres mi ruta.  Te forjé en lucha viva.
De mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste.
Tienes de mí ese sello de avidez no saciada.
Desde que yo los miro tus ojos son más tristes.
Vamos juntos.  Rompamos este camino juntos.
Ser‚ la ruta tuya.  Pasa.  Déjame irme.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrificarme.
Haz tambalear los cercos de mis últimos límites.
.
Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mío, estos nudos,
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de m¡ mismo, perdidamente,
libre de mí, Curiosamente libre.
Irme,
Dios mío,
irme!

 
 
Pablo Neruda

6.2.06

LA TORRE DE BABEL (JUAN HERRERA)



Aún
queda algo de invierno en la cortina
y es mi boca la que toma al río
donde la torre brilla en sus ahogados ventanales.
Todo se mueve en el vapor de la tarde
cuando aletean los paraguas en las avenidas que se vienen
hay sólo cadáveres mirándola
-de pronto pasa la noche en su auto dorado-
tensa ruge
presa de pánico.
Como una culebra erecta está la mole
híbridas sus múltiples paredes en la sombra.
Aún soy presa
con ella se bate mi dialecto
ella es uno de ellos
uno del circo de ruches para rato
-de pronto el guiño de las nubes-
sobre la cornisa me he parado a observarla
y un hedor perfora el aire
me trae el ruido de sus voces a mi oído
es la fiesta en lo alto de la multicantina
y doquier de banderas llameando sus escupos
opciones y cabinas con sus cuerpos pertinentes
hay fragmentos de mí devorándose
todo el colacha de los profetas y sus gritos
-de pronto mi boca que toma al río-
entre ellos me voy escalereando todo el edificio
ya
no queda nada de mi voz.
JUAN HERRERA

Nació en concepción en 1971. Es Licenciado en Educación con mención en Español, de la Universidad de Concepción. Obtuvo el primer lugar en el "Concurso de poesía del Hotel El Araucano". Integró el taller literario "Fernando González Urízar", dirigido por el poeta Tulio Mendoza, como también el taller de la Universidad de Concepción dirigido por el profesor Mauricio Ostria. Gestor y organizador de la "Revuelta Literaria" en los años de 1994 y 1995.