21.1.06

Aire en silencio

 

        Vivo atrapado en una jaula
        de pájaros vertiginosos

        mi trabajo consiste en esquivar
        el tictac de los relojes

        soy como la respiración rubia de los maniquíes
        que intentan abrazarse en los escaparates

        y el aire dulzón de los burdeles me llega
        a la hora que a las flores se les está evaporando el rocío

        pero conservo un remolino de asombro
        en la oculta ternura de tu cuerpo.

        L. Tamaral (París, 1933)

SOLEDADES

Antonio Machado
Antonio Machado
(Sevilla, 1875-1939)
SOLEDADES

 He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

 En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
sobervios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

 y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

 Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

 Y en todas partes he visto
gente que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

 Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

 y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

 Son buena gente que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra
.

19.1.06

El Circulo

El Circulo
Estaba la mujer con sus dos senos,
su única cabeza giratoria,
la longitud de su sonrisa, el aire
de estar y de alejarse sabiamente fingido.
Estaba rodeada de sí misma,
de admiración opaca y compartida,
bajo la oscura luz de las miradas.
La complacencia del estar henchía
de estólida ternura los objetos cercanos.
Estaba en pie sumándose a su cuerpo.
Las palabras sonaban conllevando sentidos
superfluos y crasos.
Giraba la mujer.
Rebasaba su órbita
como un pronunciamiento
de todo lo que es bello,
vacío, ritual, sonoro, triste.
Jose Angel Valente
Poeta español nacido en 1929 en Orense, donde pasó su infancia y adolescencia.
Inició estudios de Filología Romántica en Santiago de Compostela y los terminó en Madrid. Fue profesor de literatura en la Universidad de Oxford y funcionario de varios organismos internacionales en diversos países. Además de poeta fue ensayista y traductor. Es una de las voces más representativas de la poesía española.
Premio Adonais en 1955, Premio de la Crítica en 1960, Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988, Premio Nacional de Poesía en 1993 y Premio Reina Sofía en 1998.
Su poesía se caracteriza por una gran exigencia verbal.
Falleció en el año 2000.

17.1.06

Rubén Darío (1867-1916)




Lo fatal

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto
y el temor de haber sido y un futuro terror . . .
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
Y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber a dónde vamos,
ni de dónde venimos . . . !

4.1.06

El día que me quieras










Canción (03'20")
Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Orquesta Terig Tucci
Canta: Carlos Gardel
3/19/1935 New York
Victor 32458 Bve89229

Letra:

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar,
¡como ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
¡todo, todo se olvida..!

El día que me quieras
la rosas que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...¡que eres mi consuelo..!

Recitado:
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor...

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá... ¡que eres mi consuelo!

Juegas todos los días

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor  y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
¿Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
¡Ah, déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías!
.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y  suelta todas los barcas que anoche amarraron al cielo.
.
Tú estas aquí. ¡Ah!, tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo algunavez corrió una sombra extraña por tus ojos.
.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas.
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí, ...
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos, visto arder tantas veces el lucero besándonos  los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos gigantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueño del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

 
 
PABLO NERUDA